En Norris & Elliott proponemos medidas prácticas que producen resultados inmediatos y cuantificables. No buscamos las grandes orientaciones o teorías de gestión, sino la suma de pequeños cambios que terminan creando diferencias significativas.
Concebimos a la empresa como un sistema de cooperación para satisfacer necesidades humanas. El trabajo es muchas veces la expresión más significativa de todos aquellos que integran la empresa. Resulta imprescindible asegurar que cada colaborador pueda desplegar todas sus capacidades. Una empresa íntegra es aquella que aprovecha y reconoce adecuadamente las capacidades de sus miembros.
Un grupo Editorial había logrado una posición de liderazgo en una de sus revistas, pero el resto de sus publicaciones ofrecía resultados inferiores o medianamente atractivos. La empresa decidió crear otro producto estrella y para ello resolvió aliarse con una firma editorial extranjera.
Las primeras ediciones generaron entusiasmo por sus aceptables índices de circulación, pero pese a ello, al cabo de diez meses la nueva publicación acumulaba pérdidas millonarias.
El principal accionista de una empresa fabricante de auto-partes y extrusión de mangueras se preguntaba si debía cerrar la empresa después de cinco años de operación. Las pérdidas habían sido constantes a pesar de que los márgenes parecían atractivos y la industria automotriz mexicana atravesaba una etapa de expansión.